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Con frecuencia queremos ayudar a un amigo o familiar, dándole ánimo
frente a una adversidad, pero no siempre es sencillo. A veces transmitir
optimismo o tratar de contagiarlo puede ser visto como una fantasía de
quienes no tienen bien puestos los pies en la tierra. “Demasiado
positivismo”, lo califican algunos.
No obstante, compartir el optimismo e inspirar a otros tiene un gran
beneficio: cuando motivas a otras personas cultivas tu propia
motivación. Cuando le haces agradable la vida a otras personas, haces
inspiradora tu propia vida: es el modo más seguro de motivación.
Buscar influir positivamente en familiares, amigos o compañeros de
trabajo es siempre un acto motivador en sí mismo. Te obliga (en el mejor
sentido de la palabra), a que refresques tus propios motivos para
buscar bienestar y felicidad.
Con esto en mente, te propongo estas 10 ideas para entusiasmar a
otras personas y contagiarles optimismo, o para recargar con energía
positiva tu propio tanque emocional:
1. La motivación es una consecuencia de tener claras
las metas y las prioridades. Por lo tanto, para motivar a otros o a uno
mismo hay que comenzar por precisar o refrescar esas metas. En la
práctica no es tan fácil si no se tiene el hábito de establecer metas en
el mediano y largo plazo. Si uno no sabe bien hacia dónde va, ningún
viento resultará favorable.
2. Piensa en el optimismo como un músculo que se
puede entrenar, desarrollar y fortalecer. No funciona como una inyección
y no se trata de un estado de ánimo permanente, o de una visión
superficial o voluntarista de las dificultades. Es más bien un acto
racional de autoconocimiento, que
tiene especial valor cuando enfrentamos obstáculos. Al refrescar o
actualizar las metas, el músculo de la motivación responde más rápido y
mejor.
3. Cuando escuchas a alguien de manera muy atenta y
sincera, esa persona se siente valorada y apreciada. Esto es fundamental
para su autoestima y confianza en sí mismo.
Se llama escucha empática cuando uno logra ponerse de verdad-verdad en
el lugar del otro, y es un pilar clave para la motivación.
4. Tienes más posibilidades de contagiar optimismo
frente a situaciones específicas. Cuando planteas razones generales para
motivar a alguien, es difícil que esa persona las vea relacionadas con
su situación personal. Por esta misma razón, generalizar y comparar
problemas particulares con los males de otros, motiva mucho menos de lo
que se piensa.
5. Por supuesto, los gestos son fundamentales, pero
el lenguaje es la plataforma principal para transmitir optimismo a otras
personas. Por ejemplo, es más fácil que se motiven a levantarse y
persistir, hablándoles de las oportunidades del presente y del futuro
que de los errores o fracasos del pasado.
6. A veces se puede motivar a muchas personas a la
vez, sobre todo si previamente se ha cultivado mucha confianza con
ellas. Es una de las virtudes del liderazgo. Pero para llegar hasta ahí,
es indispensable ocuparse del proceso individual de la motivación,
trabajando con cada uno que se desea influir.
7. Las pequeñas acciones son muy poderosas a la hora
de necesitar grandes cambios de actitud en cuanto a motivación y
optimismo. En este sentido, halagar las virtudes y fortalezas de las
personas produce gran satisfacción y entusiasmo.
8. A menudo nos desanima recordar y pensar en una
situación triste, adversa, compleja o irreversible, más que la situación
misma. Así que podemos salir de ese estado emocional cultivando el buen
sentido del humor, con actividades que nos hagan pensar y sentir lo
contrario, como una película, un libro, una canción, o dejando que los
amigos nos cuenten historias gratas y divertidas.
9. Una gran fuente de motivación surge cuando
aprendemos a convivir pacíficamente con los errores y las
imperfecciones. Esta visión de las fallas nos proporciona el optimismo
necesario para no abatirnos o cargarnos con demasiado negativismo. Ser
un permanente aprendiz nos entrena para asimilar los errores con otros paradigmas.
10. Reorientar la reflexión puede ser un gran punto
de partida para el optimismo. En vez de cuestionarnos sobre las razones
que originaron el desasosiego, podemos invertir más tiempo en
preguntarnos qué podemos hacer hoy, pensando hacia adelante y
reconociendo aquello que está a nuestro alcance realizar. Es un
excelente motivo para recordar y conectarnos con los buenos momentos de
logros y con nuestras fortalezas.
¿Qué te parecen estas recomendaciones para contagiar optimismo y
brindar motivación a las personas que son importantes en tu vida?
Tomado de http://www.ampliatusoportunidades.com/2012/03/27/10-ideas-para-motivar-a-otros-y-contagiar-optimismo/